La abuela Pocha se nos fue y el dolor no se mitiga, se nos hace muy
difícil afrontar esta realidad, que aunque es la ley de la vida de
todas manera nos cuesta aceptarla.
Vallan desde acá nuestro mas profundo agradecimiento a todos quienes
estuvieron junto a ella brindándole cariño, comprensión además de
actitudes que van mucho mas allá de la parte extrictamente profesional.
En este sentido mil gracias a los Drs. Fernando Botta, Marcos Torres
Amorin, Liber Saldombide, Federico Arismendi, Irene Pisano, Mercedes
Filipini, Claudio Robotti, María J. Baroni y Francis Llanes, al
personal del Hospital de día, al de laboratorio, al de Oncosur, al de imagenología, al de
enfermería del Sanatorio y de la Sede 1, al personal de emergencia, al de cocina, a las
nutricionistas, al personal administrativo, al de farmacia, al personal
de seguridad del Sanatorio, a la oficina de atención al usuario y si
omito a alguien creo que sabrán comprenderme. A TODOS ELLOS ETERNAMENTE
AGRADECIDOS.
Dejo para el final unas palabras para la Empresa SACOF por el trato
recibido durante todos los años en los cuales la hicieron sentir una
más de esa gran familia y de donde ella era orgullosamente Socia
Fundadora
Pero entiendo de estricta justicia y por lo tanto merece ser destacado
a quienes estuvieron junto a ella cuando el desenlace ya era
inevitable, la profesionalidad, humanidad y comprensión demostrada, nos
ayudo a mantener siempre la serenidad.
Fueron Karen Sosa, Alicia Prego, Patricia Rodríguez, Sandra Auyuanet,
Silvia Blanchet y Carla Guillen, a todas ellas también las llevaremos
siempre en nuestro corazón.
Nestor Mansulino y demás deudos de Blanca Ulma Abanes de Mansulino
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